Buenos días del profe José María
Abrimos caminos… Una mirada al curso pasado
¡Buenos días a todos querid@s alumn@s!
Aunque la mayoría ya me conocéis, bien de daros clase, bien de cubrir alguna guardia, o simplemente de verme en los pasillos (seguramente “indicándoos amablemente” que guardéis el móvil o que os metáis en clase...), me presento: me llamo José María, soy profe de Matemáticas en ESO y Bachillerato, estoy casado, tengo dos hijos (bueno, ahora espero el tercero) y quiero invitaros a echar una mirada al curso pasado conmigo en este ratillo.
Si pienso en el curso 21/22, lo primero que me viene a la mente es ENFERMEDAD. Como muchos ya sabéis, el curso pasado no fue mi mejor curso en temas de salud: tres ingresos hospitalarios, muchas pruebas, médicos…, pero sobre todo mucha incertidumbre. El diagnóstico, en resumen: la combinación de varios virus y la vacuna COVID hicieron que mi propio cuerpo generara una reacción exagerada, provocando daños de los que parece que poco a poco me voy recuperando, aunque no están del todo seguros.
Pero hoy no vengo a daros pena, ni una clase de diagnóstico médico, sino a tratar de explicaros cómo la enfermedad me recordó el camino: el camino a la VIDA. Cuando estaba en el hospital, y me cambiaban de habitación porque mis compañeros terminales iban a morir, o cuando seguía con los mareos, dolores y desvanecimientos en mi casa, me di cuenta del tiempo perdido en preocupaciones tontas, y de las cosas que realmente me hacen feliz: pasar tiempo con mi mujer, con mis hijos, con mis amigos, con vosotros, dar clases, rezar… en definitiva AMAR. Todo esto ya lo sabía, pero a veces la inercia de la vida te hace olvidar lo realmente importante; pero de repente llega la enfermedad, que, como todo examen parcial, me hizo recordar que hay un examen final para el que me debo preparar mejor: la muerte.
Tendemos a olvidar que nos morimos cuando es lo único que tenemos 100% seguros, porque nuestro día a día está lleno de personas que se van de viaje, salen de fiesta, ríen, ganan dinero, compran coches y casas cada vez más grandes… Pero la vida no es sólo esto. Algunos de vosotros habéis compartido conmigo lo que no compartís por las redes sociales, vuestros sufrimientos: no tener amigos, no ser más altos, o más delgados, el divorcio de vuestros padres, la muerte de un hermano, la enfermedad de vuestra madre, o la situación económica de casa, ... Tranquilos, no daré nombres. El sufrimiento nos recuerda la muerte, y la muerte no está bien vista, por eso necesitamos una red social en la que salga nuestra mejor foto, para compartir las nuevas “Jordan” que me he comprado, mientras en ese mismo momento estoy fastidiado por haber suspendido el examen de Matemáticas tras un mes de estudio.
Pero queridos alumnos, os traigo una buena noticia: Dios el que nos ha dado la vida a cada uno de nosotros, no se ha olvidado de ti. Él, que conoce tu sufrimiento, tus preocupaciones, tu día a día, está deseando que lo mires y seas capaz de vivir, pero no de vivir penando, sino de vivir AMANDO. Mira la cruz que hay en la clase, su mismo hijo fue crucificado por una injusticia, y sin embargo ¿por qué podía amar al que le hacía una injusticia? Porque tenía la seguridad de que existe la VIDA ETERNA.
La vida es un regalo magnífico, no podemos vivir rehuyendo el sufrimiento o todo el día tristes cuando el sufrimiento nos supera, porque tenemos gente alrededor a la que amar y hacer feliz. Os pongo esta canción que es un poco antigua. “Plácida” es la hermana de Antonio Arco, cantautor de Loja que le compuso esta canción cuando estaba aún en el grupo “El Puchero del Hortelano”. Ella tenía una enfermedad bastante dolorosa de la que luego murió. Esta canción habla sobre cómo hay personas que a pesar de las dificultades nos enseñan a vivir la vida a los que lo tenemos todo.
Dios quiere darte lo mismo. Está esperando a que hables con Él y puedas VIVIR, puedas andar sobre la muerte. No hay sufrimiento tan grande que Él no pueda haceros superar.
Por eso hoy te invito a no tener miedo, pídele a Dios que te ayude en eso que no puedes compartir en redes, y como decía un antiguo amigo nuestro: “Confiad en la Virgen y veréis lo que son milagros”.
Rezamos todos juntos un AVE MARÍA.
PD: Aprovecho también para que recemos por todas esas personas enfermas que conocemos y necesitan ese empujón para seguir adelante. Que Dios las ayude para vivir la enfermedad con ánimo, les de la salud, y nos permita a nosotros ayudarles en lo que necesitan. Si conocéis a algún enfermo, aprovechad esta tarde para llamarlo y echar un ratico con él/ella.
¡BUEN DÍA A TODOS!