¡Buenos días!
Siendo casi 8 mil millones de personas en el planeta, parece obvia la declaración del título y, sin embargo, ¿cuántas veces no nos hemos sentido solos, abandonados, incomprendidos?
Pero no vengo a hablaros de la soledad que podamos sentir. Quiero que le deis la vuelta a la situación. Si sabemos lo que es sentirse solo, ¿por qué no intentar que a los demás no les pase lo mismo?
Fijaos, si todos hiciéramos eso, nadie nunca estaría solo en los momentos de necesidad. No tengas miedo de acercarte al compañero o compañera, lo conozcas o no.
Os comparto esta oración de José María Rodríguez Olaizola sj, para que se la dediques a alguien que pueda necesitar que lo acompañes en su camino.
Nadie está solo
Nadie está solo,
aunque a veces lo parece,
y te sientes herido,
o se te rompe la entraña.
Si se te pierde la risa,
y se te callan los versos.
Aunque te duela la historia
y te amenace el presente,
se te atraviesen los miedos
o se oscurezca el futuro…
Es verdad que sí,
que hay días grises,
en que el silencio
atormenta, y oprime.
Hay momentos en que la distancia
es nostalgia y ausencia.
Hay abrazos extraviados
esperando un encuentro.
Hay miedos que anuncian naufragios
y derrotas que parecen finales.
Pero nadie está solo,
aunque a veces lo parezca.
Tu Palabra no se marcha
Y Tu espíritu nos une,
fluye, infatigable,
entre nosotros.
Despertando el Amor dormido,
vistiéndose de servicio,
llamándonos prójimos,
y trenzando, en nuestros días,
inesperados afectos
que se convierten en hogar.
Aunque hoy nos llueva dentro.
Y para los que somos creyentes, tenemos la certeza de que Dios está con nosotros, camina con nosotros. Así que a Él nos dirigimos con el Padrenuestro.
Padre nuestro...
AVISOS:
Donación de sangre el 24 de octubre