EL SUEÑO DE LA PAZ
“I have a dream”, traducido significa “yo tengo un sueño”. Así comienza un famoso discurso de un gran líder mundial, Martin Luther King, luchador por los derechos de los ciudadanos negros en Estados Unidos, en la década de 1960.
Aunque no hablaba directamente de la paz, sí que incluye frases consecuentes con un movimiento de paz: “No debemos permitir que nuestra protesta creativa degenere en violencia física”. Otra: “No saciemos nuestra sed de libertad tomando de la copa de la amargura y el odio”. Por todo ello recibió el premio Nobel de la Paz en 1964, con 35 años, siendo el más joven en recibirlo.
Otro gran líder mundial significado por luchar por la paz fue Mahatma Gandhi. Es el creador de la desobediencia civil no violenta; este tipo de lucha (fundamentalmente por la independencia de la India de gran Bretaña) fue un hito en su época.
Instauró métodos de lucha social novedosos como la huelga de hambre y en sus programas rechazaba la lucha armada. Gandhi también luchó por abolir el sistema de castas de la India.
Estas son solo un ejemplo de personas que tuvieron un SUEÑO DE PAZ
En este vídeo tenemos a un escrito que aboga por la cultura y la paz. Nació en mitad de una guerra, y narra sus recuerdos de niñez de escasez y miseria... y cómo sin embargo cómo es posible la recuperación de los pueblos...
VÍDEO:
REFLEXIÓN
¿Tu comportamiento con los compañeros de clase, con los amigos y con la familia, es compatible con un sueño de paz?. ¿Vives en paz?. ¿Tienes paz interior?. ¿Crees que podemos cultivar un mundo de creatividad, solidaridad, ciencia y espíritu?. ¿Podemos hacer un mundo más vivible y luchar un poco más por la justicia y la paz?
ORACIÓN: Enséñame, Señor
Enséñame, Señor, a vivir el don de cada día,
sin otros planes que los tuyos,
los de cada día.
Que pueda maravillarme de tu amor,
Padre, cada día.
Que el rostro de mi prójimo
sea nuevo para mí, cada día.
Dame un corazón, Padre,
manso con el sufrimiento, de cada día,
fuerte con la lucha, de cada día,
amoroso con la oración, de cada día.
Que sepa confiar en Ti, Padre,
dejando en tus manos el mañana,
sin inquietudes ni prisas.
Que cada día estrene tu paz,
recibiendo de Ti, cada día,
salud o enfermedad,
éxito o fracaso,
progreso o retroceso.
Enséñame, Señor, a vivir el don de cada día.