EL SUEÑO DE
LOS 10 DIAMANTES:
CUALIDADES DE LOS SALESIANOS
EVANGELIO: 1 Corintios 13
«El amor es paciente, es bondadoso. El amor no es envidioso ni presumido ni orgulloso. No se comporta con rudeza, no es egoísta, no se enoja fácilmente, no guarda rencor. El amor no se deleita en la maldad, sino que se regocija con la verdad. Todo lo disculpa, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. El amor no pasa nunca»
LECTURA
Don Bosco tuvo este sueño en San Benigno Canavese la noche del 10 al 11 de septiembre de 1881. En el sueño, el personaje encarna la fisonomía del salesiano ideal.
En la parte anterior de su manto brillan cinco diamantes, tres en el pecho: Fe, Esperanza y Caridad, y dos en los hombros: Trabajo y Templanza.
En el lado posterior lucen otros cinco diamantes, en que se lee, respectivamente: Obediencia, Pobreza, Premio, Castidad y Ayuno.
La vida salesiana en su actividad (diamantes del frente) y en su espiritualidad interior (diamantes de la espalda), se trata, podríamos decir, de las dos caras de un medallón salesiano.
El anverso representa su figura social, el rostro, el da mihi animas; el reverso oculta el secreto de su constancia y ascesis, el armazón, el caetera tolle.
De frente, la luz de los cinco diamantes (fe, esperanza, caridad, trabajo y templanza) presenta al salesiano en el testimonio público de su donación visible a los jóvenes.
El salesiano está hecho para los jóvenes, y debe mostrar a todos unos corazones simpáticamente repletos de una caridad pastoral que crea amistad.
Para él no basta amar, ¡debe además hacerse
amar!
IMAGEN
VÍDEO
El valor del sacrificio. El amor compartido.
ORACIÓN
Señor, haznos capaces de amar y ser para los demás siempre una buena noticia.
María, Auxiliadora de los Cristianos, ruega por nosotros
AVISOS