SUEÑOS CONJUNTOS
A lo largo de toda la semana hemos ido profundizando en el lema de este curso, somos futuro, desde su relación con el sueño para ti como lema del curso pasado. En este último día de la semana pensamos en aquellas personas que nos sirven de apoyo para alcanzar nuestros sueños, porque el esfuerzo para alcanzarlo puede ser individual pero la consecución de alcanzar lo soñado también es gracias al esfuerzo de muchas personas que te ayudan cada día a crecer.
También Don Bosco lo tuvo claro desde el principio y siempre se rodeó de compañeros que compartieran su sueño de cuidar y mejorar la vida de tantos jóvenes pobres y abandonados. Él siempre tuvo necesidad de todos: en I Becchi, de una madre especial, de don Calosso, de todo un pueblo que, de diversas maneras, le ha ayudado. También en Chieri, en su adolescencia y juventud, necesitó de buenos amigos, como Luis Comollo y Giacomo Levi, llamado Jonás, de tanta hospitalidad y trabajo para poder estudiar. También en Turín, al inicio de su obra pastoral, necesitó de un santo sacerdote, don Cafasso, que le va marcando el camino, de la marquesa Barolo, de don Borel.
De tantos
sacerdotes y laicos (aristócratas, simples trabajadores, comerciantes) que de
diversas maneras han colaborado en la obra de los oratorios, de mujeres
especiales como mamá Margarita y su hermana, la madre de Rua, la de Miguel
Magone,, de los muchachos que le salvan la vida. Parece que el Señor haya
dirigido a don Bosco con diferentes experiencias a lo que luego será su
modalidad de trabajo: la colaboración.
PALABRA
DE DIOS: Hebreos 10, 24-25
«Preocupémonos
los unos por los otros, a fin de estimularnos al amor y a las buenas obras. No
dejemos de congregarnos, como acostumbran hacerlo algunos, sino animémonos unos
a otros, y con mayor razón ahora que vemos que aquel día se acerca».
REFLEXIÓN
El cristianismo no es una fe que Dios quiso que viviéramos y
experimentáramos solos, sino que alentar a los demás y ser alentado son
elementos fundamentales para la vida de un creyente. Esto conlleva el hecho de
animar a otros cristianos no solo a "creer", sino a actuar con amor y
buenas obras.
ORACIÓN
Allí donde va un
cristiano,
no hay soledad,
sino amor,
pues lleva toda la
Iglesia,
dentro de su corazón.
Y dice siempre
"nosotros",
incluso si dice
"yo".
Amén.
Dios te salve María...
María Auxilio de los cristianos, ruega por nosotros.